El cometa ISON.
Se mueve cerca de la órbita de Júpiter, como una pequeña luz a través de la oscuridad del espacio. No es más brillante que muchas estrellas distantes. Se necesita un telescopio grande para saber que se trata de un cometa.
Aún no se sabe en qué cometa podría convertirse, pero con el transcurso del año, el Cometa ISON se podría transformar en un objeto visible a simple vista, incluso durante el día.
Fue descubierto en septiembre de 2012 por los astrónomos rusos Vitali Nevski y Artyom Novichonok y lleva el nombre del programa de sondeo del cielo en el cual trabajan, Internacional Scientific Optical Network o ISON.
A medida que transcurre el 2013, y aún estando muy lejos, es un objeto muy brillante para encontrarse a una distancia tan grande. El resplandor del cometa sugiere que se encuentra expulsando gas y polvo desde un núcleo bastante grande, en el rango de 1 a 10 kilómetros, estima Matthews Knight, del Observatorio Lowell, según publica Ciencia@NASA en su portal.
El 28 de Noviembre de 2013 volará a través de la atmósfera del Sol, pasando a un poco más de un millón de kilómetros de su superficie. Si el cometa llegara a sobrevivir, podría emerger brillando tan intensamente como la Luna, visible cerca del Sol, a plena luz del día, por poco tiempo. La cola del cometa, extendiéndose en el cielo nocturno, podría convertirse en un acontecimiento mundial.
Si bién lo señalan como el cometa de siglo, podría llegar a no serlo, y uno de los motivos es el Sol, que con sus fuerzas de marea y su radiación solar puede destruír cometas, como sucedió con el cometa Elenin, aunque éste era un cometa más pequeño. Una comparación más apropiada es el cometa Lovejoy, que voló a través de la atmósfera del Sol y emergió intacto, impresionando a los observadores del cielo con su llamativa cola.
El cometa ISON probablemente sea al menos dos veces más grande que el cometa Lovejoy y pasará más lejos de la superficie del Sol, menciona Knight, lo que parece ser más favorable para que sobreviva y brinde un buen espectáculo.
Una de las posibilidades más emocionantes es que se produzca una ruptura parcial. Si el cometa ISON llegara a partirse, se podría observar como una hilera de perlas cuando se lo mire a través de un telescopio, especula Battams. Podría parecerse incluso al famoso cometa Shoemaker-Levy 9, que impactó contra Júpiter en 1994.
El cometa ISON no está en trayectoria de colisión con la Tierra y si se desintegrara, los fragmentos seguirían estando en la misma trayectoria segura que el cometa original.
Fuente: Ciencia@NASA
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